El Crimen de las Estanqueras de Sevilla
El 11 de Julio de 1952 fue una fecha que nadie olvidaría en Sevilla durante tiempo, que nadie olvidaría y que nadie olvidará. Cinco personas morirían por los sucesos acaecidos ese Viernes caluroso en la capital andaluza. Dos morirían ese dia y las otras tres varios años después, en 1956, ajusticiados con el garrote vil. A dia de hoy no sabemos que hubo detrás de la historia real, un caso lleno de inexactitudes y rodeado de una investigación policial que dejó mucho que desear por ciertas partes vinculadas a la investigación de este crimen que pasara a la historia negra de España como el Crimen de las estanqueras de Sevilla. La muerte de ambas conmocionó a Sevilla, no solo por los hechos en si sino además porque las victimas que murieron ese 11 de Julio eran muy conocidas en la ciudad. Este fue el crimen mas famoso de la historia de Sevilla hasta que se cometio el crimen de Los Galindos y este ultimo le quitó el puesto.
La versión oficial de los hechos acaecidos decían que en la avenida de Menéndez y Pelayo y junto a la puerta que se encontraba bajo los azulejos que indicaban que ese era el numero 24, se encontraba el estanco con expendeduría nº 49 de Tabacalera. Lorenzo Castro, alias el tarta, Juan Vázquez Pérez y Antonio Pérez Gómez entraron en dicho estanco sobre la una o dos del mediodía, los tres hombres franquearon la puerta del establecimiento tras cuyo mostrador atendía doña Matilde Silva Montero la cual regentaba el estanco. La intención de estos tres individuos no era buena y todo se en revesó de tal manera que acabo mucho peor de lo que ninguno de ellos podría esperar. Se habían presentado en el estanco con la intención de robar la recaudación o lo que hubiera por allí y salir corriendo; pero doña Matilde intentó escapar y lo que iba a ser un sencillo atraco empezó a complicarse. JuanVázquez Pérez la apuñaló 13 veces; dos de ellas en el corazón. Los ruidos de la estanquera llamaron la atención de su hermana, doña Encarnación Silva, que se encontraba en el interior del local aunque ella trabajaba en unos almacenes El Aguila que se encontraban a unos 14 minutos andando por la ciudad. También Vázquez Pérez fue el encargado de acallar a la hermana; esta vez, de 16 puñaladas, una de ellas en la yugular. Supuestamente, estos tres delincuentes se llevaron lo que pudieron ir encontrando mientras corrian por el estanco y la casa de las victimas cogiendo todo lo que pudieron de cajones y armarios aunque la investigación criminal encontró mas dinero que no habían visto en su apresurada búsqueda antes de salir corriendo de allí. Desde el Viernes al medio dia, hasta el sábado poco antes de las once, las dos victimas del atraco estuvieron en el suelo del estanco bañadas en un gran charco de sangre, momento en el que Juan Sanchez Mendez, ante la preocupación por no saber nada de ellas desde el dia anterior entro en el local encontrándose la trágica escena, llamó a la policía, estos entraron en el local y encontrando a las victimas tal y como se plasmo en las fotografías que circularon desde aquel mismo momento en el recientemente estrenado periódico El Caso. Ambas boca abajo y tiradas en el suelo. El blanco y negro de la época haría que la escena no fuera tan cruel como la realidad que encontraron las fuerzas del orden, las hermanas Silva fueron encontradas con diversas fracturas y puñaladas, 13 y 16 como hemos dicho anteriormente, la mayoría a la altura de la yugular y sobre el corazón. dejandonos unicamente una imagen en la que podiamos apreciar la lucha que se había producido, taburetes y macetas rotas acompañaban en el suelo a la sangre, en algunos casos restregada por las losas del suelo en lo que parecen posibles intentos de levantarse y los cuerpos sin vida de las dos hermanas.
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